Intervenciones para mejorar el retorno al trabajo en pacientes con depresión

Es probable que la combinación de una intervención dirigida al trabajo y una intervención clínica reduzca los días de ausencia por enfermedad, pero al año o más de seguimiento, esto no conlleva que más personas del grupo de intervención estén trabajando. La intervención también podría reducir los síntomas de depresión y es probable que aumente la funcionalidad laboral más que la atención habitual. Las intervenciones específicas dirigidas al trabajo podrían no ser más eficaces que la atención habitual dirigida al trabajo por sí sola. Las intervenciones psicológicas podrían reducir el número de días de ausencia por enfermedad, en comparación con la atención habitual. Es probable que las intervenciones para mejorar la atención clínica conlleven un menor absentismo por enfermedad y niveles más bajos de depresión, en comparación con la atención habitual. No hubo evidencia de una diferencia entre los fármacos antidepresivos comparados en el efecto sobre el absentismo por enfermedad. Se necesitan investigaciones adicionales para evaluar qué combinación de intervenciones dirigidas al trabajo y clínicas funciona mejor. Cochrane Systematic Review , 14 de octubre de 2020

Antecedentes

La incapacidad laboral como el absentismo por enfermedad es frecuente en personas con depresión.

Objetivos

Evaluar la efectividad de las intervenciones orientadas a reducir la incapacidad laboral en trabajadores con trastornos depresivos.

Métodos de búsqueda

Se hicieron búsquedas en CENTRAL (The Cochrane Library), MEDLINE, Embase, CINAHL y en PsycINFO hasta el 4 de abril de 2020.

Criterios de selección

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y ECA grupales de las intervenciones clínicas y orientadas al trabajo en personas con depresión, que incluyeron días de ausencia por enfermedad o no ir al trabajo como desenlaces. También se analizaron los efectos sobre la depresión y la funcionalidad laboral.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y calificaron la certeza de la evidencia según los criterios GRADE. Se utilizaron las diferencias de medias estandarizadas (DME) o los riesgos relativos (RR) con intervalos de confianza (IC) del 95% para agrupar los resultados de los estudios en los que se consideraron suficientemente similares.

Resultados principales

En esta actualización, se añadieron 23 estudios nuevos. En total, se incluyeron 45 estudios con 88 grupos de estudio, con 12 109 participantes que presentaban un trastorno depresivo mayor o un nivel alto de síntomas depresivos.

Riesgo de sesgo

Los tipos más habituales de riesgo de sesgo fueron el sesgo de detección (27 estudios) y el sesgo de desgaste (22 estudios), ambos para el desenlace de ausencia por enfermedad.

Intervenciones orientadas al trabajo

Intervenciones orientadas al trabajocombinadas con intervenciones clínicas

La combinación de una intervención dirigida al trabajo y una intervención clínica probablemente reduce los días de ausencia por enfermedad en el primer año de seguimiento (DME ‐0,25; IC del 95%: ‐0,38 a ‐0,12; nueve estudios; evidencia de certeza moderada). Esto se traduce en 0,5 menos (IC del 95%: ‐0,7 a ‐0,2) días de baja por enfermedad en las últimas dos semanas o 25 días menos durante un año (IC del 95%: ‐37,5 a ‐11,8). La intervención no da lugar a que menos personas dejen de trabajar después de un año de seguimiento (RR 0,96; IC del 95%: 0,85 a 1,09; dos estudios, evidencia de alta certeza). La intervención podría reducir los síntomas de depresión (DME ‐0,25; IC del 95%: ‐0,49 a‐0,01; ocho estudios; evidencia de certeza baja) y es probable que tenga poco efecto en la funcionalidad laboral (DME ‐0,19; IC del 95%: ‐0,42 a 0,06; cinco estudios; evidencia de certeza moderada) en el primer año de seguimiento.

Intervenciones únicas orientadas al trabajo

Una sola intervención específica dirigida al trabajo solamente puede podría aumentar el número de días de ausencia por enfermedad en comparación con la atención dirigida al trabajo de manera habitual (DME 0,39; IC del 95%: 0,04 a 0,74; dos estudios, evidencia de baja certeza) pero probablemente no lleva a que más personas se ausenten del trabajo en el primer año de seguimiento (RR 0,93; IC del 95%: 0,77 a 1,11; un estudio, evidencia de certeza moderada) o más allá (RR 1,00; IC del 95%: 0,82 a 1,22; dos estudios, evidencia de certeza moderada). Es probable que no haya ningún efecto sobre los síntomas de depresión (DME ‐0,10; IC del 95%: ‐0,30 a 0,10; cuatro estudios; evidencia de certeza moderada) en el primer año de seguimiento y podría no haber efecto sobre los síntomas de depresión después del año (DME 0,18; IC del 95%: ‐0,13 a 0,49; un estudio; evidencia de certeza baja). La intervención podría dar lugar a una mejor función laboral (DME ‐0,32; IC del 95%: ‐0,90 a 0,26; un estudio; evidencia de certeza baja) en el primer año de seguimiento.

Intervenciones psicológicas

Una intervención psicológica, ya sea cara a cara o una intervención de salud mental electrónica, con o sin orientación profesional, podría reducir el número de días de ausencia por enfermedad, en comparación con la atención habitual (DME ‐0,15; IC del 95%: ‐0,28 a ‐0,03; nueve estudios, evidencia de baja certeza). También podría reducir los síntomas de depresión (DME ‐0,30; IC del 95%: ‐0,45 a ‐0,15; ocho estudios; evidencia de certeza baja). No se sabe con certeza si estas intervenciones psicológicas mejoran la capacidad para trabajar (DME ‐0,15, IC del 95%: ‐0,46 a 0,57; un estudio; evidencia de certeza muy baja).

Intervenciones psicológicasen combinación con medicación antidepresiva

Dos estudios compararon el efecto de una intervención psicológica combinada con antidepresivos con los antidepresivos solos. Un estudio combinó la terapia psicodinámica con medicamentos antidepresivos tricíclicos (ATC) y otro combinó la terapia cognitiva conductual (TCC) administrada por teléfono con un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). No se sabe si esta intervención reduce el número de días de ausencia por enfermedad (DME ‐0,38; IC del 95%: ‐0,99 a 0,24; dos estudios; evidencia de certeza muy baja) pero se halló que podría no tener ningún efecto sobre los síntomas de depresión (DME ‐0,19; IC del 95%: ‐0,50 a 0,12; dos estudios; evidencia de certeza baja).

Fármacos antidepresivos solo

Tres estudios compararon la efectividad del ISRS con el inhibidor selectivo de la recaptación de norepinefrina (ISRN) en cuanto a la reducción del absentismo por enfermedad y produjeron resultados sumamente inconsistentes.

Mejora de la atención

En general, las intervenciones para mejorar la atención no condujeron a menos días de ausencia por enfermedad, en comparación con la atención habitual (DME ‐0,05; IC del 95%: ‐0,16 a 0,06; siete estudios, evidencia de certeza moderada). Sin embargo, en estudios con un riesgo de sesgo bajo, es probable que la intervención conlleve menos días de absentismo por enfermedad en el primer año de seguimiento (DME ‐0,20; IC del 95%: ‐0,35 a ‐0,05; dos estudios; evidencia de certeza moderada). Es probable que la atención mejorada reduzca los síntomas de depresión (DME ‐0,21; IC del 95%: ‐0,35 a‐0,07; siete estudios; evidencia de certeza moderada), pero podría posiblemente dar lugar a una reducción de la funcionalidad laboral (DME 0,5; IC del 95%: 0,34 a 0,66; un estudio; evidencia de certeza moderada).

Ejercicio

El ejercicio de fuerza supervisado podría reducir el ausentismo por enfermedad en comparación con la relajación (DME ‐1,11; IC del 95%: ‐1,68 a ‐0,54; un estudio; evidencia de certeza baja). Sin embargo, es probable que el ejercicio aeróbico no sea más efectivo que la relajación o el estiramiento (DME ‐0,06; IC del 95%: ‐0,36 a 0,24; dos estudios; evidencia de certeza moderada). Ninguno de estos dos estudios hallaron diferencias entre las dos condiciones en los síntomas de depresión.

Conclusiones de los autores

Es probable que la combinación de una intervención dirigida al trabajo y una intervención clínica reduzca los días de ausencia por enfermedad, pero al año o más de seguimiento, esto no conlleva que más personas del grupo de intervención estén trabajando. La intervención también podría reducir los síntomas de depresión y es probable que aumente la funcionalidad laboral más que la atención habitual. Las intervenciones específicas dirigidas al trabajo podrían no ser más eficaces que la atención habitual dirigida al trabajo por sí sola. Las intervenciones psicológicas podrían reducir el número de días de ausencia por enfermedad, en comparación con la atención habitual. Es probable que las intervenciones para mejorar la atención clínica conlleven un menor absentismo por enfermedad y niveles más bajos de depresión, en comparación con la atención habitual. No hubo evidencia de una diferencia entre los fármacos antidepresivos comparados en el efecto sobre el absentismo por enfermedad. Se necesitan investigaciones adicionales para evaluar qué combinación de intervenciones dirigidas al trabajo y clínicas funciona mejor.

La revisión

Nieuwenhuijsen  K, Verbeek  JH, Neumeyer-Gromen  A, Verhoeven  AC, Bültmann  U, Faber  B. Interventions to improve return to work in depressed people. Cochrane Database of Systematic Reviews 2020, Issue 10. Art. No.: CD006237. DOI: 10.1002/14651858.CD006237.pub4.

En https://bit.ly/3e2BrOs

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