Tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): actualización

BTA, Año 2018 - Volumen 33 - Número 4 CADIME, 23 de enero de 2019 Para diagnosticar el TDAH se recomienda identificar y valorar los síntomas (DSM-5 y/o CIE-10), hacer un diagnóstico diferencial y una evaluación clínica, psicosocial y pedagógica del paciente. En todos los pacientes con TDAH se recomienda terapia no farmacológica Antes de iniciar el tratamiento farmacológico, hacer una valoración del paciente para seleccionar fármaco, dosis, pauta y formulación.

 BTA, Año 2018 - Volumen 33 - Número 4

CADIME, 23 de enero de 2019

Puntos clave

 

  • Para diagnosticar el TDAH se recomienda identificar y valorar los síntomas (DSM-5 y/o CIE-10), hacer un diagnóstico diferencial y una evaluación clínica, psicosocial y pedagógica del paciente.

  • En todos los pacientes con TDAH se recomienda terapia no farmacológica.

  • La utilización de tratamiento farmacológico junto con la terapia no farmacológica se recomienda en función de la edad, el grado de afectación y el rechazo/ineficacia del tratamiento no farmacológico.

  • El grado de afectación del paciente se mide por la interferencia que supone la sintomatología en el desfase entre su rendimiento y su capacidad real.

  • Antes de iniciar el tratamiento farmacológico, hacer una valoración del paciente para seleccionar fármaco, dosis, pauta y formulación.

  • Los fármacos psicoestimulantes se recomiendan como tratamiento de primera elección en niños/adolescentes salvo contraindicación: metilfenidato como primera opción y lisdexanfetamina como alternativa.

  • Los fármacos no psicoestimulantes se recomiendan como alternativa a los psicoestimulantes en niños/adolescentes en caso de ineficacia, contraindicación o intolerancia: atomoxetina como primera opción y guanfacina como alternativa.

  • Atomoxetina es el único fármaco autorizado para el tratamiento del TDAH en adultos, pero metilfenidato y lisdexanfetamina podrían continuarse en >18 años que lo precisen. Guanfacina no debe utilizarse.

  • Ajustar el tratamiento farmacológico individualizadamente (período de prueba 4-6 semanas) hasta la dosis óptima o la máxima tolerada; y planificar un seguimiento para valorar la continuación, modificación o suspensión del tratamiento o la necesidad de consultas especializadas.

 

 

 

el boletín completo en http://bit.ly/2Be81Lp

 

 

 

 

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