Los conductores esquizofrénicos que han sufrido un accidente tienen más probabilidades de ser responsables de él, pero la magnitud del riesgo es similar a la de factores de riesgo socialmente aceptables, como la edad avanzada o la posesión de una licencia de conducir de principiante. Las restricciones actuales a la conducción para personas con esquizofrenia parecen mitigar adecuadamente los riesgos viales, lo que sugiere que no se justifican restricciones más estrictas a la conducción. BMJ Open, 30 de julio de 2024