Lancet, 28 de febrero de 2019
La concepción dentro de los 12 meses posteriores a la muerte fetal fue frecuente y no se asoció con un mayor riesgo de resultados adversos en el embarazo posterior. Estos hallazgos podrían usarse al asesorar a mujeres que planean embarazos futuros después de una muerte fetal y para informar a recomendaciones futuras sobre el espaciamiento del embarazo en un entorno de altos ingresos.