El uso de terapia oral con estrógeno-progestina se asoció con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y tromboembolia venosa, mientras que el uso de tibolona se asoció con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca isquémica, infarto cerebral e infarto de miocardio, pero no de tromboembolia venosa. Estos hallazgos resaltan los diversos efectos de las diferentes combinaciones de hormonas y métodos de administración sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular. BMJ, 27 de noviembre de 2024.