Las calculadoras disponibles de riesgo coronario utilizan datos clínicos y de laboratorio básico para agrupar a las personas en bandas de riesgo cardiovascular, pero están muy lejos de lograr una predicción certera. ¿Es posible mejorar este desempeño incorporando información tanto desde el extremo biológico (con marcadores genéticos) como desde los determinantes psicológicos y sociales? Este trabajo ofrece un avance interesante. Annals of Internal Medicine, 10 de diciemrbe de 2024.