BMJ, 4 de julio de 2018
La adherencia a un estilo de vida saludable en las madres durante la infancia y la adolescencia de su descendencia se asocia con un riesgo sustancialmente reducido de obesidad en los niños. Estos hallazgos destacan los beneficios potenciales de la implementación de intervenciones multifactoriales basadas en la familia o los padres para reducir el riesgo de obesidad infantil.