Las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, el paludismo, la encefalitis japonesa, la esquistosomiasis, la leishmaniasis, la fiebre hemorrágica con síndrome renal, la fiebre del Nilo Occidental y la enfermedad por el virus del Zika, están notablemente influenciadas por variables climáticas como la temperatura, la humedad y las precipitaciones. Dado que las enfermedades infecciosas emergentes suelen ser de origen zoonótico, un enfoque de «Una sola salud» que fomente la colaboración entre los sectores de la salud humana, la sanidad animal y el medio ambiente puede ayudar a establecer sistemas integrados de vigilancia y respuesta para hacer frente a las amenazas de enfermedades provocadas por el cambio climático. BMJ 4 de octubre de 2024