Folia Doc Año XX No3. Novedades en Farmacovigilancia: Medicamentos Anticoagulantes y Antiagregantes Plaquetarios

La formación de coágulos intravasculares es un mecanismo frecuente de enfermedad, tanto por obstrucción arterial en el infarto agudo de miocardio (IAM) y en el accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, como por obstrucción venosa en la trombosis venosa profunda. Repasaremos alguna evidencia publicada durante 2017 sobre los riesgos específicos de cada clase farmacológica utilizada en estos trastornos

 Fundación Femeba,  Diciembre 2017

La formación de coágulos intravasculares es un mecanismo frecuente de enfermedad, tanto por obstrucción arterial en el infarto agudo de miocardio (IAM) y en el accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, como por obstrucción venosa en la trombosis venosa profunda. De allí la utilidad de los medicamentos que inhiben diferentes aspectos de la hemostasia, clasificados en antiagregantes plaquetarios (que inhiben la agregación plaquetaria, como aspirina y clopidogrel) y anticoagulantes (que interfieren con la cascada de la coagulación, como la heparina), los clásicos anticoagulantes orales antagonistas de la vitamina K (AVK) como warfarina y acenocumarol, y los más recientes anticoagulantes orales directos (AOD), que no son antagonistas de la vitamina K, como dabigatrán, rivaroxabán y apixabán.

El principal efecto adverso de estas clases farmacológicas deriva de su propio mecanismo de acción y se traduce en un aumento de  hemorragias digestivas e intracraneales, las que por su gravedad deben ser tenidas en cuenta al momento de evaluar la relación beneficio/riesgo para cada indicación.

Repasaremos alguna evidencia publicada durante 2017 sobre los riesgos específicos de cada clase farmacológica.

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