La certeza de la evidencia que utiliza la entrevista motivacional como parte de intervenciones conductuales complejas para promover la actividad física total en adultos fue baja, y para la actividad física moderada a vigorosa y el tiempo sedentario fue muy baja. La totalidad de la evidencia sugiere que, aunque las intervenciones con entrevista motivacional aumentan la actividad física y disminuyen el comportamiento sedentario, no se encontraron diferencias en los estudios en los que se pudo aislar el efecto de la entrevista motivacional. La efectividad disminuyó con el tiempo, sin evidencia de un beneficio de la entrevista motivacional para aumentar la actividad física más allá de un año. BMJ 10 de julio de 2024