A los 9 meses de la infección, el 19 % de los pacientes tenían fatiga clínicamente relevante, en comparación con el 8 % de los controles sin COVID. Además, el 26% de los pacientes tenían deterioro cognitivo leve y el 1% moderado. La fatiga y el deterioro cognitivo son dos secuelas comunes, pero distintas, de COVID-19 con vías fisiopatológicas potencialmente separadas. eClinicalMedicine, 17 de septiembre de 2022.