Los hallazgos de este estudio de cohorte prospectivo demostraron asociaciones inversas consistentes pero pequeñas entre una mayor ingesta de grasas vegetales, particularmente grasas de cereales y aceites vegetales, y un menor riesgo de mortalidad general y por enfermedad cardiovascular (ECV). También se demostró que una dieta con un alto consumo de grasas de origen animal, incluida la grasa de los productos lácteos y los huevos, se asocia con un riesgo elevado de mortalidad general y por ECV. JAMA Internal Medicine, 12 de agosto de 2024.