Farmacología

Fatiga y deterioro cognitivo tras el Covid-19: prevalencia, similitudes y diferencias

19 septiembre 2022

A los 9 meses de la infección, el 19 % de los pacientes tenían fatiga clínicamente relevante, en comparación con el 8 % de los controles sin COVID. Además, el 26% de los pacientes tenían deterioro cognitivo leve y el 1% moderado. La fatiga y el deterioro cognitivo son dos secuelas comunes, pero distintas, de COVID-19 con vías fisiopatológicas potencialmente separadas. eClinicalMedicine, 17 de septiembre de 2022.

CDC: Condiciones post-COVID entre sobrevivientes adultos de COVID-19 de 18 a 64 años y ≥65 años en EE.UU.

27 mayo 2022

Los sobrevivientes de COVID-19 tienen el doble de riesgo de desarrollar embolia pulmonar o afecciones respiratorias; uno de cada cinco sobrevivientes de COVID-19 de 18 a 64 años y uno de cada cuatro sobrevivientes de ≥65 años experimentó al menos una condición incidente que podría atribuirse a COVID-19 anterior. MMWR Morb Mortal Wkly Rep, 27 de mayo de 2022

Compromiso cardíaco en la convalecencia de COVID-19

26 octubre 2021

La evaluación sistemática con ecocardiografía Doppler de pacientes que habían superado la etapa aguda de la enfermedad permitió detectar un 4.8% de pacientes con compromiso cardíaco. Revista Argentina de Cardiología, septiembre de 2021.

Buen pronóstico para la recuperación luego de un año del alta de una internación por COVID

31 agosto 2021

La mayoría de los sobrevivientes de COVID-19 tuvieron una buena recuperación física y funcional durante el seguimiento de 1 año y habían regresado a su trabajo y vida originales. Sin embargo el estado de salud en esta cohorte era todavía inferior al de la población de control. The Lancet, 28 de agosto de 2021.Resumen

Efectos posvirales del COVID-19 en el sistema olfativo y sus implicaciones

04 agosto 2021

Postulamos que, en personas que se han recuperado de COVID-19, un déficit olfativo crónico, recrudescente o permanente podría ser un pronóstico de una mayor probabilidad de secuelas neurológicas o trastornos neurodegenerativos a largo plazo. El deterioro olfativo persistente con o sin distorsiones de la percepción (es decir, parosmias o fantosmias) después de la infección por SARS-CoV-2 podría, por lo tanto, servir como marcador para identificar a las personas con un mayor riesgo a largo plazo de enfermedad neurológica. Lancet Neurol, 30 de julio de 2021

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