Farmacología

Enfermedad coronaria estable: ¿estrategia conservadora o invasiva?

30 marzo 2020

Dos artículos describen los hallazgos de un gran  estudio aleatorizado, que no muestra ventaja en sobrevida o en eventos isquémicos para la estrategia invasiva, pero sí cierta reducción en los síntomas anginosos. New England Journal of Medicine, 30 de marzo de 2020.

Medicamentos antianginosos

06 marzo 2020

Ojo de Markov número ochenta y siete - diciembre 2019, CIM Sacyl, 13 de enero de 2020Los agentes antianginosos producen una mejora documentada en la calidad total del ejercicio y una reducción en la frecuencia diaria de la angina. Tienen diferentes mecanismos de acción y perfiles de seguridad, pero presentan una eficacia similar y, por tanto, se consideran igualmente efectivos.La clasificación en fármacos de primera línea (beta-bloqueantes, bloqueantes de los canales del calcio y nitratos de acción corta) y de segunda línea (nitratos de acción prolongada, ivabradina, ranolazina y trimetazidina) se mantiene en el tiempo, aunque genera debate y controversia.

La depresión aumenta el riesgo de infarto y de ACV… y también al revés

11 junio 2019

La depresión y los eventos cardiovasculares parecen tener una relación causal bidireccional más allá de los factores de riesgo compartidos. The British Journal of Psychiatry, 10 de junio de 2019

Medicamentos que afectan al intervalo QT.

13 junio 2018

FMC , mayo de 2018 La prolongación del intervalo QT por fármacos y la torsade de pointes son un problema emergente de salud pública. El riesgo de prolongación del QT se ve incrementado en mujeres, pacientes con enfermedad estructural cardiaca (por ejemplo, cardiopatía isquémica, síndrome QT largo congénito, insuficiencia cardiaca congestiva) hipopotasemia y alteraciones del metabolismo hepático.

Enfermedad de la arteria coronaria: comparación de la mortalidad luego de injerto de bypass de arteria coronaria vs intervención coronaria percutánea con stent.

27 febrero 2018

Lancet, 23 de febrero de 2018 El injerto de revascularización coronaria (CABG) tiene un beneficio en la mortalidad con respecto a la intervención coronaria percutánea (ICP) en pacientes con enfermedad multivaso, particularmente aquellos con diabetes y una mayor complejidad coronaria. No se observa ningún beneficio para el CABG sobre la PCI en pacientes con enfermedad de la coronaria izquierda. Se necesita un seguimiento más prolongado para definir mejor las diferencias de mortalidad entre las estrategias de revascularización.

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