Farmacología
Aumento de la mortalidad general en una cohorte de tuberculosis atribuida a SARS-CoV-2
12 mayo 2025
La coinfección por tuberculosis y SARS-CoV-2 se asoció con un aumento significativo de la mortalidad por cualquier causa, tanto a corto como a largo plazo, y el riesgo elevado persistió tras la finalización del tratamiento de la tuberculosis. Estos hallazgos resaltan la necesidad de un seguimiento continuo después del tratamiento y de priorizar la vacunación contra el SARS-CoV-2 en personas con tuberculosis. The Lancet Regional Health Americas, 10 de mayo de 2025.
Seguridad de baricitinib en pacientes vacunados con COVID-19 grave y crítico
30 diciembre 2024
El ensayo controlado aleatorizado Bari-SolidAct comparó el baricitinib con placebo en pacientes con COVID-19 grave y encontró, en un análisis post hoc, una mayor incidencia de eventos adversos graves (EAG) entre los participantes vacunados contra el SARS-CoV-2 que habían recibido baricitinib. Este subestudio no identificó ningún biomarcador relacionado con el virus o el huésped que se asociara significativamente con la interacción entre el estado de vacunación contra el SARS-CoV-2 y la seguridad del baricitinib. Sin embargo, se debe tener precaución debido al tamaño moderado de la muestra. eBioMedicine, 27 de diciembre de 2024.
Pronóstico a largo plazo de la miocarditis post-vacunación con ARNm para COVID-19, infección por SARS-CoV-2 o etiologías convencionales
28 agosto 2024
Los pacientes con miocarditis posvacunación por ARNm de COVID-19, a diferencia de aquellos con miocarditis pos-COVID-19, muestran una menor frecuencia de complicaciones cardiovasculares que aquellos con miocarditis convencional a los 18 meses. Sin embargo, los pacientes afectados, principalmente hombres jóvenes sanos, pueden requerir tratamiento médico hasta varios meses después del alta hospitalaria. JAMA, 26 de agosto de 2024.
Secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 en las eras pre-Delta, Delta y Omicron
18 julio 2024
La incidencia acumulada de las secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 durante el primer año después de la infección disminuyó durante el transcurso de la pandemia, acompañando tanto el cambio en las cepas dominantes como la mayor cobertura de vacunación. Sin embargo, el riesgo de secuelas posagudas siguió siendo sustancial, incluso entre personas vacunadas que tuvieron infección por SARS-CoV-2 en la era ómicrón. New England Journal of Medicine, 17 de julio de 2024.
Efectos secundarios de la vacuna COVID-19 y respuesta de anticuerpos a largo plazo
12 junio 2024